CRISIS: ¿PUNTO DE INFLEXION?

La realidad del país y de la gente que vivimos en él es muy diferente a la que nos quieren vender des del gobierno. La situación ha empezado a mejorar lentamente, pero ¿a que precio? Nos han subido los impuestos, recortado los servicios, pagamos más caras las necesidades energéticas básicas y nos han bajado los sueldos –de la gente que aún cuenta con trabajo-. Todo esto se traduce, evidentemente, en una pérdida de poder adquisitivo que implica que el dinero no se mueva y por tanto, no se genere riqueza. También es muy probable que este 2014 se reduzca el paro en España. Entre la gente que se va y que tenemos la mano de obra mucho mas barata que otros países vecinos, las empresas internacionales les va a interesar producir a bajo coste y de esta manera aumentarán sus beneficios, cosa que agrava todavía mas la diferencias que hay entre clases, cada día mas distanciadas unas de otras, económicamente hablando. Este punto de inflexión puede que nos lleve a falsas expectativas de cara a una salida próxima a esta larga y dura crisis. En mi opinión creo que si hemos tocado fondo y que ya empezamos a remontar, pero que esta subida va a ser larga y muy costosa y especialmente en nuestro sector, al que después del largo período de bonanza donde ninguno de nosotros nos planteábamos una caída así de repentina en sus inicios y mucho menos tan longeva en el tiempo, nos ha de hacer reflexionar mucho sobre donde estábamos y donde nos encontramos en este momento. Los arquitectos teníamos mas encargos de los que podíamos hacer, a veces solo se seleccionaban los grandes proyectos, despreciando pequeños trabajos porque no eran relevantes y mucho menos rentables. Ahora, la cruda realidad es que cualquier trabajo es importante y que por conseguirlo estamos rebajando honorarios por debajo incluso de los mínimos aceptables y comprensibles, asumiendo muchas veces costes que nos quitan todo el beneficio, pero de esto ya hablaremos otro post. La salida de esta larga crisis pasa por nosotros mismos, en un cambio de actitud y sobretodo intentar alejar al máximo los pensamientos negativos. Una actitud positiva delante de las adversidades hace que se superen antes y mejor. Asociarnos con el pesimismo que tenemos instalado en nuestra sociedad no nos trae nada bueno, y mucho menos anímicamente. Tampoco se trata de reírse de los problemas, sino de ser realistas y darles la importancia que tienen, que no nos asfixien ni nos dominen porque así difícilmente los conseguiremos resolver. Siempre hay una salida y la mayoría de veces es más fácil de lo que nos empeñamos en querer ver a base de darle demasiadas vueltas a un mismo tema. Va siendo hora de cambiar la situación, pero no esperemos que lo hagan los demás por nosotros. Seamos egoístas y empecemos este cambio de actitud por nuestro propio bienestar emocional, y ello traerá poco a poco el resto. Josep Mª Planas i Cuevas -arquitecte-

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